Terapia Cognitivo Conductual en Mallorca
La terapia cognitivo-conductual es un tipo de terapia psicológica que une las corrientes psicológicas del conductismo y la psicología cognitivista.
El conductismo surgió a principios del siglo XX y cuenta con un gran cuerpo teórico y experimental sobre los principios del aprendizaje tanto en la conducta humana como animal. La terapia conductista aplica técnicas de modificación de conducta.
Años más tarde, la psicología cognitivista introdujo a la persona como mediadora entre el estímulo y la respuesta de la teoría conductista y fue ganando terreno en el ámbito académico y en la práctica clínica. La terapia cognitiva se basa en el supuesto teórico subyacente de que los efectos y conductas de un individuo están determinados en gran medida por el modo que tenga de estructurar el mundo (Beck, 1967), es decir, no nos perturbamos tanto por lo que nos pasa, sino por como lo interpretamos.
La unión de ambas, la terapia cognitivo-conductual (TCC), cuenta con una base científica muy sólida y su efectividad está largamente demostrada en un amplio abanico de síntomas y trastornos psicopatológicos. En las últimas décadas, ha confluido con el coaching psicológico en el abordaje de personas con bajo nivel de disfunción, surgiendo el Coaching Cognitivo Conductual (CCC), donde se aplican con éxito sus principios y técnicas.
Fases de la terapia cognitivo-conductual:
Un proceso de terapia cognitivo-conductual consta de tres partes bien diferenciadas:
1 · Evaluación
En primer lugar, se pactan varias entrevistas para conocer el motivo de consulta y valorar en amplitud los síntomas presentados. Interesa conocer cómo ha aparecido el síntoma, si hay agudizaciones o no, sus relaciones, afectación y mantenimiento en el tiempo. Normalmente, son entrevistas semiestructuradas, y, en ocasiones, se aplican pruebas psicológicas y/o “auto-registros” en la vida diaria.
2 · Devolución de hipótesis
La información se evalúa y estructura, y se generan hipótesis explicativas. Se comparten y se encuadra la terapia: número aproximado de sesiones, objetivos a conseguir (que se plantean conjuntamente y se priorizan), metodología de trabajo, etc.
3 · Tratamiento
En función de lo anterior, se elegirán unas técnicas u otras. En cualquier caso, el tratamiento se basa en el empirismo colaborativo, es decir, el terapeuta es un aliado del paciente y estructura la terapia según un diseño específico que requiere la participación y colaboración de este.
Durante las sesiones se abordan los pensamientos y sentimientos del paciente, con un enfoque “aquí y ahora”, que se extrapola en las tareas para casa. Es decir, es una terapia activa y centrada en el presente.
Aplicaciones de la terapia cognitivo-conductual
La terapia cognitivo-conductual es uno de los tratamientos de primera elección para los síntomas y trastornos depresivos, y se utiliza desde hace décadas (Beck, 1976) con excelentes resultados, combinando técnicas conductuales con técnicas cognitivas y emocionales.
Su efectividad está demostrada en el tratamiento de muchos otros síntomas y trastornos, entre ellos, ansiedad (miedos, fobias, trastornos de pánico, ideas obsesivas, compulsiones…), insomnio, ideación suicidaria, trastornos de personalidad, dolor crónico, alucinaciones, ideación delirante, etc., siendo en alguno de ellos, el tratamiento de primera elección.
Coaching Cognitivo Conductual
El Coaching Cognitivo Conductual (CCC) se basa en los principios y técnicas de la TCC y en el entrenamiento en solución de problemas. Se centra en analizar los pensamientos y sus relaciones con la conducta y las emociones para potenciar los recursos de las personas sin sintomatología psicopatológica relevante y favorecer su desarrollo personal y/o profesional.
Los objetivos del CCC se centran, entre otros, en ayudar al cliente a:
• Tomar conciencia de sus pensamientos limitadores
• Entender sus conductas, emociones y pensamientos
• Modificar las creencias que limitan el rendimiento y generan estrés
• Establecer metas y objetivos realistas
• Mejorar la solución de problemas
• Desarrollar estrategias de afrontamiento eficaces, tanto en el ámbito competencial como emocional
En resumen, la terapia conductista, en su origen, se centró en modificar sólo las conductas problemáticas y en muchas situaciones fue insuficiente. La terapia cognitiva cubrió en parte esto y se centró en las falsas creencias y las emociones perturbadoras. Al unirse las dos, se enfatizó la relación cognición – afecto – conducta, y emergieron múltiples técnicas psicoterapéuticas, que han demostrado su efectividad y se eligen y utilizan según el caso.
En las últimas décadas, la terapia cognitivo-conductual se está centrando en la globalidad de la persona. Son las llamadas terapias de tercera generación, que añaden un abordaje metacognitivo y de conciencia plena (mindfulness). Estas nuevas terapias van obteniendo buenos resultados clínicos y respaldo de la investigación, mientras se mantiene y amplía la vigencia y efectividad de las técnicas clásicas. Se utilizan también con éxito en el coaching cognitivo conductual.
Una de nuestras señas de identidad en PS|CO Psicología y Coaching es diferenciar claramente entre los procesos de psicoterapia y coaching en su elección e implementación. Esto nos permitirá elegir juntos el enfoque más idóneo en tu caso, bien la terapia cognitivo-conductual o el coaching cognitivo conductual. Ambos pueden ser aplicados en cualquier área de la vida, sea personal, de pareja, familiar, laboral, crisis vitales, etc.
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